Con respecto a la glosolalia conocido coloquialmente como el don de lenguas la iglesia cristiana evangélica es sus diferentes denominaciones platea tres posiciones polémicas las cuales son:
1. Cesasionista: Esta posición plantea que el don de lenguas no tiene aplicación hoy en día para la cristiandad.
2. Semi-Cerrada: Esta posición indica que aunque el don de lenguas sea comprobadamente bíblico, su uso solo deber limitarse al espectro privado, es decir el creyente que lo posea debe practicarlo solamente en la intimidad de su hogar.
3. Carismático proto-soteriológico: Este caso es emblemático ya que plante que la manifestación del don de lenguas produce un complemento al plan de salvación de Dios, conocido también como bautismo en el Espíritu Santo.
Si se detalla con cuidado las escrituras se notará que las tres posiciones tienen fallas terribles; con respecto al Cesasionismo se debe decir que la biblia no indica en ninguna parte que algunos dones cesaron y otros prosiguieron tal posición no solo es especulativa sino que puede ser considerada como herética. La Biblia señala en Romanos 11:29 Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios. Por tanto plantear que la glosolalia ya no es aplicable para nosotros en el siglo XXI es simplemente una falacia teológica.
La posición semi-cerrada también plantea una contradicción muy grande puesto que las únicas prohibiciones específicas para el don de lenguas dentro de una asamblea pública se encuentran en 1era de Corintios 14, estas son:
1. Que no haya un interprete dentro de la Asamblea "Yo quisiera que todos hablarais en lenguas, pero aún más, que profetizarais; pues el que profetiza es superior al que habla en lenguas, a menos de que las interprete para que la iglesia reciba edificación".
2. Que los que hablen en lengua sean máximo tres dentro de un servicio: "Si alguno habla en lenguas, que hablen dos, o a lo más tres, y por turno, y que uno interprete"
Es importante señalar que si no existe un interprete es necesario callar dentro de la congregación ya que esto podría provocar un desorden o histeria colectiva dentro de la misma que llevaría al desorden. Finalmente el Apóstol indica que nunca se pude prohibir la manifestación del don de lenguas dentro de una congregación lo dice en el versículo 39
Por tanto, hermanos míos, anhelad el profetizar, y no prohibáis hablar en lenguas.
El último de los casos es el más absurdo de los tres plantear que es necesario un bautizo en el Espíritu Santo basado en la manifestación del don de lenguas, es sencillamente antibíblico y contradice la gracia salvífica de Dios a través de la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo.
En conclusión se puede decir lo siguiente:
1. El don de lenguas no se ha extinguido como don
2. La manifestación pública del don dentro de la asamblea es Bíblica siempre y cuando haya un interprete.
3. La Salvación de Dios no necesita la manifestación de la glosolalia en el creyente para confirmar una decisión en Cristo.
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