Existe hoy en día una corriente dentro de la
educación cristiana a confundir estos dos aspectos trascendentales en el
estudio de las sagradas escrituras, más aún cuando se perciben los versículos
como solo fuentes de aplicaciones para nuestras vidas cuando en realidad deben
ser interpretados correctamente según la regla hermenéutica que es es el tener la guía personal del Espíritu de Dios. Si se reúnen
todos los demás requisitos pero no se llena este, se corre el grave peligro de
incurrir en errores de interpretación bíblica tarde o temprano.
La mayoría de errores de interpretaciones vienen dados por aplicaciones cronológicas fuera de contexto, existen pasajes que son solo aplicables para las personas que vivieron es la época del antiguo testamento por ejemplo este:
"No cortaréis en redondo el borde de vuestras cabezas ni
dañaréis la punta de vuestra barba. No haréis incisiones en vuestro cuerpo por
un muerto, ni haréis en vosotros tatuajes. Yo, YHWH."
Levítico 19:27-28
¿Como puede aplicarse a nuestro días dicho pasaje de la barba si eso era solo para los judíos? Es allí donde los "aplicadores" se contradicen ya que para ellos todos los versículos de la Biblia son aplicables para nosotros, en próximos blogs ahondaré más en este asunto
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